La AP reporta que según un estudio publicado en línea el 24 de febrero en la revista Menopause, "Las mujeres que tenían sofocos o bochornos al inicio de la menopausia, pero no más tarde, parecían tener un menor riesgo de ataque cardiaco y muerte que aquellas mujeres que nunca habían tenido sofocos, o aquellas cuyos síntomas persistían mucho después de que la menopausia comenzó¨.
No obstante, entre las pocas mujeres que desarrollaron los sofocos posteriormente - en algunos casos muchos años después de que la menopausia comenzó - hubo más ataques cardíacos y muertes en comparación con los otros grupos.
No obstante, entre las pocas mujeres que desarrollaron los sofocos posteriormente - en algunos casos muchos años después de que la menopausia comenzó - hubo más ataques cardíacos y muertes en comparación con los otros grupos.
Es posible que la presencia de los sofocos sea una respuesta saludable de los vasos sanguíneos ante el descenso en los niveles hormonales que ocurren normalmente durante la menopausia. Esto ultimo, de acuerdo con Emily Szmuilowicz, endocrinologa de la universidad de Northwestern.
FUENTE: ENDOCRINE DAILY BRIEFING.